Llueve, me levanto con una extraña picazón en el antebrazo, me rasco, no deja de picar.
Miro y en letras rúnicas aparece tatuada la fecha de hoy y un número: 11,750.
Miro y en letras rúnicas aparece tatuada la fecha de hoy y un número: 11,750.
Son 250 metros menos de lo que pensaba correr hoy. Desconozco las implicaciones, pero necesito saberlas: salgo a correr.
Me sorprende saber leer las runas pero aún más me sorprende la opresiva sensación de una duda: Quizá no vuelva.